Hoy os vengo a explicar el motivo por el que los perros viven sueltos y organizados en un único grupo principal, con algunos individuos aislados pero asociados al grupo que están en un proceso de rehabilitación.
La razón principal por la cuál he elegido este sistema de organización es por los propios perros. No se si alguna vez habéis visto perros que viven el 90 por ciento de su tiempo en un chenil, con suerte, ya que en algunos sitios ni eso, pero es horrible.
Desde mi punto de vista, animales muertos en vida, sin la estimulación necesaria ni las capacidades para gestionarla que aporten un equilibrio, cargados con unos niveles brutales de estrés, algunos generando estereotipias y problemas de comportamiento bien graves.
Por otro lado está el plano social y la capacidad comunicativa de los perros, que es alucinante y super necesaria para un correcto desarrollo psicológico y emocional. Esto no quiere decir que todos los perros son super sociables, pero es innegable que, por supuesto, tienen unas características que los convierten en animales sociales con estructuras jerárquicas en muchos casos con diferencias estructurales debido a las condiciones materiales en las que se dan, pero manteniendo una esencia.
Por consiguiente me parecía lo más correcto para ayudarles en los procesos tan duros que suponen a veces las recuperaciones de perros que llegan en situaciones límite a la finca.
Además he observado que el perro es muy cooperativo e intenta agradar y acompañar en las tareas cotidianas, debido a los estrechos lazos que se generan en estos procesos y a los parecidos que existen entre nuestras especies, tan complementarias y simbióticas en muchos aspectos. Es por ello que decidí crear un solo grupo con un vinculo fuerte y no separar a los animales en patios, ya que creo que el resultado final no es el mismo y la unión que se genera de todo esto no alcanza el mismo punto de cohesión.
Por último concluir diciendo que todo esto supone unas complicaciones y un trabajo extra en muchos aspectos, que asumo con gusto, por ellos. Además de las cosas positivas también existe un mayor riesgo de conflictos que en ocasiones se pueden tornar graves, debido también a la potencia, características y condiciones en las que recogemos a los perros.
Pero he de decir que aún con todo esto, creo que sigue mereciendo la pena, observando el resultado en la cantidad de perros que hemos recuperado y que han «vuelto a nacer», viviendo el tiempo hasta que esperan una adopción en armonía y con sus necesidades físicas, psicológicas y emocionales, en gran medida, cubiertas.
Por supuesto, todos los trabajos que realizo y las nuevas integraciones y adaptaciones al grupo se han hecho y se siguen haciendo con seguridad y progresivamente.
Espero que os haya gustado, nos vemos pronto!
LAVIDAPERRALAVIDAMEJOR
NOESSUERTEESSACRIFICIO